“En este día de celebración, nuestros corazones se llenan de emoción y gratitud al conmemorar el ilustre 450 aniversario de Zamora, Michoacán, una ciudad que a lo largo de los siglos ha tejido una profunda conexión con sus raíces, tradiciones y orgullo por su tierra. Fundada el 18 de enero de 1574 por el Dr. Alonso Martínez, Zamora surge como un faro de historia y cultura en el corazón de México.
El legado histórico es un tesoro invaluable para cualquier comunidad, y en el contexto del 450 aniversario de Zamora, se torna aún más relevante. Los Buenos Gobiernos comprenden la importancia de preservar y promover la memoria histórica de una ciudad, ya que esto no solo enriquece el patrimonio cultural, sino que también fortalece la identidad de sus habitantes y proyecta un futuro más sólido.
Fue un 18 de enero de 1574 cuando el Dr. Alonso Martínez plantó la semilla de lo que se convertiría en esta hermosa villa en el valle de Tziróndaro, siguiendo una orden del virrey Martín Enríquez de Almanza. Zamora nació como un asentamiento temporal para españoles y veinte valientes familias procedentes de Castilla que decidieron emprender una nueva vida en la Nueva España.
La historia de Zamora es un relato de resiliencia y prosperidad. Durante la época colonial, esta ciudad floreció como un centro agrícola, nutriendo a la región con su labor constante y su amor por la tierra. En tiempos de la Independencia de México, el cura Miguel Hidalgo y Costilla llegó a Zamora el 21 de noviembre de 1810 en su camino a Guadalajara, y el pueblo celebró esta ocasión otorgando a Zamora el título de «Ilustre Ciudad». Este honor es un reflejo del profundo orgullo que los zamoranos sienten por su hogar.
El municipio de Zamora se erige sobre la fértil parada, conocida como Ciénaga de Michoacán, donde se cultiva con esmero hortalizas, papa y cebolla, y se siembran riegos sistemáticos. Pero lo que hace destacar a Zamora en el mundo es su producción de fresas y de todas la berris de calidad insuperable. Entre sus actividades industriales sobresalen las empacadoras y congeladoras de frutas.
Nuestra tradición culinaria se enriquece con la fabricación de alimentos de origen lácteo, como los célebres “chongos zamoranos”, un manjar que trasciende las generaciones y es un símbolo de nuestra rica gastronomía mexicana.
El espíritu deportivo de Zamora ha dejado una huella imborrable en la historia, con el Deportivo Zamora como protagonista en la Segunda División de México y dos ascensos a la Primera División. Esta ciudad es cuna de futbolistas de renombre, como Rafael Márquez Álvarez, Luis Ángel Landín, Jesús Dueñas, Armando Navarrete, José Ruvalcaba, Juan Carlos Chávez, y el talentoso Luis Ángel Malagón Velázquez, un futbolista profesional nacido en Zamora.
El centro histórico de Zamora de Hidalgo es un tesoro cultural y turístico. La majestuosa Catedral de estilo neoclásico, el histórico Mercado Morelos de la época del Porfiriato y las casonas históricas son testimonios de nuestro pasado glorioso. Las calles circundantes albergan templos de diversos estilos arquitectónicos, desde el neogótico hasta el neorrománico.
Sin lugar a dudas, el Santuario Guadalupano, un prodigio neogótico con torres de 107,5 metros de altura, se erige como un emblema de Zamora. Sus vitrales modernistas y su órgano monumental nos hablan del compromiso inquebrantable de esta ciudad con la excelencia artística. La iluminación escénica del Santuario y otros monumentos históricos es un reflejo de nuestra determinación de mantener viva la belleza de nuestro patrimonio.
Junto al santuario, el Centro Regional de las Artes de Michoacán y el histórico Teatro Obrero de Zamora son faros culturales que nos recuerdan que Zamora es una ciudad donde el arte y la creatividad florecen.
En el Mercado Morelos de Zamora, un edificio del Porfiriato, encontramos un tesoro culinario donde se mantienen vivas las tradiciones con los “chongos zamoranos”, un dulce regional apreciado por todos, sin dejar de lado la tradicional botana; Papas cocidas con chile.
Zamora, Michoacán, es una ciudad rica en herencia cultural y ha sido cuna de numerosos personajes ilustres a lo largo de la historia. Entre los destacados figuran:
José Manuel Martínez de Navarrete, periodista y poeta.
Juan Benito Díaz de Gamarra y Dávalos, un sacerdote y filósofo.
José Sixto Verduzco, un sacerdote y patriota mexicano.
Gildardo Magaña Cerda, teniente coronel del Ejército Libertador del Sur y gobernador de Michoacán.
Luis Padilla Nervo, diplomático y primer embajador de México ante la ONU.
Gabriel Méndez Plancarte, sacerdote, escritor y filósofo.
Alfonso Méndez Plancarte, sacerdote y profesor de literatura.
Alfonso García Robles, licenciado en derecho y diplomático, galardonado con el Premio Nobel de la paz en 1982.
Melecio Hurtado Báez, músico, compositor y maestro.
Eduardo Humberto del Río García, conocido como “Rius”, caricaturista y escritor mexicano.
Federico Villa, músico y cantante de ranchera.
Rafael Márquez Álvarez, futbolista mexicano de renombre internacional.
Luis Ángel Malagón Velázquez, futbolista del Club América y medallista olímpico.
La ciudad de Zamora se enorgullece de su legado cultural y de los logros de estos distinguidos individuos que han contribuido a la historia y el patrimonio de la ciudad.
Hoy, en este 450 aniversario, celebramos el legado de Zamora, una ciudad que continúa escribiendo su historia con amor por sus tradiciones, un profundo orgullo por su tierra y un compromiso indestructible con su grandeza.
¡Feliz aniversario, Zamora!
“En este día de celebración, nuestros corazones se llenan de emoción y gratitud al conmemorar el ilustre 450 aniversario de Zamora, Michoacán, una ciudad que a lo largo de los siglos ha tejido una profunda conexión con sus raíces, tradiciones y orgullo por su tierra. Fundada el 18 de enero de 1574 por el Dr. Alonso Martínez, Zamora surge como un faro de historia y cultura en el corazón de México.
El legado histórico es un tesoro invaluable para cualquier comunidad, y en el contexto del 450 aniversario de Zamora, se torna aún más relevante. Los Buenos Gobiernos comprenden la importancia de preservar y promover la memoria histórica de una ciudad, ya que esto no solo enriquece el patrimonio cultural, sino que también fortalece la identidad de sus habitantes y proyecta un futuro más sólido.
Fue un 18 de enero de 1574 cuando el Dr. Alonso Martínez plantó la semilla de lo que se convertiría en esta hermosa villa en el valle de Tziróndaro, siguiendo una orden del virrey Martín Enríquez de Almanza. Zamora nació como un asentamiento temporal para españoles y veinte valientes familias procedentes de Castilla que decidieron emprender una nueva vida en la Nueva España.
La historia de Zamora es un relato de resiliencia y prosperidad. Durante la época colonial, esta ciudad floreció como un centro agrícola, nutriendo a la región con su labor constante y su amor por la tierra. En tiempos de la Independencia de México, el cura Miguel Hidalgo y Costilla llegó a Zamora el 21 de noviembre de 1810 en su camino a Guadalajara, y el pueblo celebró esta ocasión otorgando a Zamora el título de «Ilustre Ciudad». Este honor es un reflejo del profundo orgullo que los zamoranos sienten por su hogar.
El municipio de Zamora se erige sobre la fértil parada, conocida como Ciénaga de Michoacán, donde se cultiva con esmero hortalizas, papa y cebolla, y se siembran riegos sistemáticos. Pero lo que hace destacar a Zamora en el mundo es su producción de fresas y de todas la berris de calidad insuperable. Entre sus actividades industriales sobresalen las empacadoras y congeladoras de frutas.
Nuestra tradición culinaria se enriquece con la fabricación de alimentos de origen lácteo, como los célebres “chongos zamoranos”, un manjar que trasciende las generaciones y es un símbolo de nuestra rica gastronomía mexicana.
El espíritu deportivo de Zamora ha dejado una huella imborrable en la historia, con el Deportivo Zamora como protagonista en la Segunda División de México y dos ascensos a la Primera División. Esta ciudad es cuna de futbolistas de renombre, como Rafael Márquez Álvarez, Luis Ángel Landín, Jesús Dueñas, Armando Navarrete, José Ruvalcaba, Juan Carlos Chávez, y el talentoso Luis Ángel Malagón Velázquez, un futbolista profesional nacido en Zamora.
El centro histórico de Zamora de Hidalgo es un tesoro cultural y turístico. La majestuosa Catedral de estilo neoclásico, el histórico Mercado Morelos de la época del Porfiriato y las casonas históricas son testimonios de nuestro pasado glorioso. Las calles circundantes albergan templos de diversos estilos arquitectónicos, desde el neogótico hasta el neorrománico.
Sin lugar a dudas, el Santuario Guadalupano, un prodigio neogótico con torres de 107,5 metros de altura, se erige como un emblema de Zamora. Sus vitrales modernistas y su órgano monumental nos hablan del compromiso inquebrantable de esta ciudad con la excelencia artística. La iluminación escénica del Santuario y otros monumentos históricos es un reflejo de nuestra determinación de mantener viva la belleza de nuestro patrimonio.
Junto al santuario, el Centro Regional de las Artes de Michoacán y el histórico Teatro Obrero de Zamora son faros culturales que nos recuerdan que Zamora es una ciudad donde el arte y la creatividad florecen.
En el Mercado Morelos de Zamora, un edificio del Porfiriato, encontramos un tesoro culinario donde se mantienen vivas las tradiciones con los “chongos zamoranos”, un dulce regional apreciado por todos, sin dejar de lado la tradicional botana; Papas cocidas con chile.
Zamora, Michoacán, es una ciudad rica en herencia cultural y ha sido cuna de numerosos personajes ilustres a lo largo de la historia. Entre los destacados figuran:
José Manuel Martínez de Navarrete, periodista y poeta.
Juan Benito Díaz de Gamarra y Dávalos, un sacerdote y filósofo.
José Sixto Verduzco, un sacerdote y patriota mexicano.
Gildardo Magaña Cerda, teniente coronel del Ejército Libertador del Sur y gobernador de Michoacán.
Luis Padilla Nervo, diplomático y primer embajador de México ante la ONU.
Gabriel Méndez Plancarte, sacerdote, escritor y filósofo.
Alfonso Méndez Plancarte, sacerdote y profesor de literatura.
Alfonso García Robles, licenciado en derecho y diplomático, galardonado con el Premio Nobel de la paz en 1982.
Melecio Hurtado Báez, músico, compositor y maestro.
Eduardo Humberto del Río García, conocido como “Rius”, caricaturista y escritor mexicano.
Federico Villa, músico y cantante de ranchera.
Rafael Márquez Álvarez, futbolista mexicano de renombre internacional.
Luis Ángel Malagón Velázquez, futbolista del Club América y medallista olímpico.
La ciudad de Zamora se enorgullece de su legado cultural y de los logros de estos distinguidos individuos que han contribuido a la historia y el patrimonio de la ciudad.
Hoy, en este 450 aniversario, celebramos el legado de Zamora, una ciudad que continúa escribiendo su historia con amor por sus tradiciones, un profundo orgullo por su tierra y un compromiso indestructible con su grandeza.
¡Feliz aniversario, Zamora!